lipedema

Lipedema

El lipedema es una enfermedad del tejido adiposo, también conocido como tejido graso, que implica un acúmulo progresivo patológico de células grasas en las piernas.

El Lipedema es un trastorno muy frecuente en nuestra sociedad, una dolencia conocida como la enfermedad del siglo XXI.

Se trata de una patología genética y progresiva que sufren el 11% de las mujeres.

Es una afección desconocida por una gran partir de la sociedad que se produce cuando las células grasas comienzan a acumular grasa y agua produciendo unas bolas atípicas en la zona de las piernas y en ocasiones también en los brazos.

La padecen casi exclusivamente las mujeres y puede empeorar durante el embarazo o la menopausia.

¿Qué es el lipedema?

El lipedema es una enfermedad del tejido adiposo, también conocido como tejido graso, que implica un acúmulo progresivo patológico de células grasas en las piernas, aunque también puede producirse esta acumulación en los brazos. Como consecuencia se produce un aumento de volumen que, además, viene acompañado de determinados síntomas.

Aunque no hay datos oficiales, los expertos calculan que entre un 4% y un 11% del sexo femenino a nivel mundial padece lipedema en diferentes grados. 

La enfermedad, reconocida en 2018 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), suele confundirse en su diagnóstico con otras patologías como la obesidad, celulitis o linfedema.

En el sobrepeso y la obesidad hay una ganancia de volumen global. En el lipedema, sin embargo, esa ganancia es desproporcionada en los miembros. Esta diferencia se percibe sobre todo en las piernas respecto al tronco.  Otra diferencia entre ambas enfermedades es que mientras que el sobrepeso y la obesidad no producen dolor, molestias ni pesadez continuada,  en el lipedema sí que se sufren todos estos síntomas.

El linfedema suele ser otro diagnóstico que impide dar con la raíz del problema. Se trata de un problema del sistema linfático, de manera que el volumen de la pierna aumenta a expensas de líquido. Un linfedema suele ser asimétrico, es decir, una pierna se inflama más que la otra y, además la acumulación de líquido afecta al pie.

En el lipedema, los pies son normales y justo por encima de los tobillos empieza a acumularse volumen.

Causas de la enfermedad lipedema

No se conocen con exactitud las causas que provocan el lipedema esta enfermedad puede estar provocada por otra llamada permeabilidad intestinal. Aparece un cambio inflamatorio en la microbiota intestinal  (conjunto de bacterias que viven en el intestino) que provoca que sustancias citoquinas pasen al torrente sanguíneo.

Estas citoquinas, pequeñas proteinas que actúan sobre células del sistema inmune  y otras células sanguíneas, llegan a las células de grasa y las inflaman hasta diez veces más de su volumen normal. El cuerpo entonces intenta arreglar este aumento de tamaño produciendo más células con el fin de distribuir la grasa entre todas ellas. No obstante, las citoquinas liberadas a la sangre como consecuencia de la permeabilidad intestinal, llegan a las células de grasa nuevas y las vuelven a inflamar. Por tanto, el lipedema se basa en un aumento, tanto en número como en tamaño, de las células grasa.

Asimismo, más del 99% de los pacientes con lipedema son mujeres. En este sentido, el componente hormonal está relacionado con el desarrollo de la enfermedad, que empieza a manifestarse o se intensifica con los cambios hormonales y la llegada de la pubertad, el embarazo, la menopausia o la toma de anticonceptivos también empeoran los síntomas.

Tipos

Hay 4 grados diferentes de lipedema:

  • Grado I. La superficie de la piel es normal y el tejido graso es blando, pero ya pueden palparse pequeños bultos y durezas.
     
  • Grado II. La superficie de la piel es irregular y dura debido al acúmulo de las células grasas.
     
  • Grado III. La superficie de la piel está ya deformada por el tejido adiposo, sobre todo en las caderas y tobillos. Además, se palpan nódulos de diferentes tamaños. 
  • Grado IV.: El lipedema también afecta ahora a los brazos.

Síntomas de lipedema

Las manifestaciones del lipedema son variadas y van aumentando con el transcurso del tiempo. Así, los pacientes pueden experimentar diversos síntomas:

  • Aumento de volumen en la zona afectada y desproporción de esta respecto a otras partes del cuerpo.
  • Sensación de pesadez y dolores continuos.
  • Episodios repentinos de inflamación.
  • Aparición de la copa de Cuff, es decir, el volumen graso empieza a acumularse justo encima de los tobillos y no debajo de estos.
  • Presión en los gemelos
  • Picor constante.
  • Aparición de hematomas. 
  • Aumento de sensibilidad al contacto.

La pesadez y el dolor en las piernas son los síntomas más comunes del lipedema. Limitan bastante la movilidad del paciente.

Prevención de la enfermedad lipedema

Al desconocerse todavía las causas exactas del lipedema, no existen medidas de prevención concretas. Es cierto que realizar deporte y seguir una buena dieta puede mejorar la enfermedad de forma muy limitada, especialmente en sus estadios más tempranos. Sin embargo, llevarlo a cabo no va a impedir el desarrollo de la patología que desencadena una sensación de frustración y culpa al observar el mínimo volumen de grasa perdido. 

Diagnóstico de la enfermedad lipedema

Para saber si el paciente padece lipedema, debe ser examinado por un experto. En caso de que el diagnóstico resulte positivo, se detectará en qué grado de la enfermedad se encuentra el paciente para decidir el  mejor tratamiento estético a seguir en cabina.

Tratamientos  

Tras el diagnóstico, se pueden aplicar diversos tratamientos diferentes:
 

Tratamiento conservador. Consigue reducir los síntomas y aliviar el dolor, aunque el volumen graso disminuye muy levemente. Se basa en utilizar medias de comprensión o realizar deportes en agua mínimo tres veces al día. Este tipo de terapia puede combinarse con el tratamiento quirúrgico.
 

Tratamiento Estético.  

El lipedema es una patología multifactorial en la cual hay una alternación en la circulación linfática y venosa, acúmulos grasos y fibrosis. Para tratar estas problemáticas indicamos varios tratamientos para abordarlo por completo.

Drenaje linfático

Respecto a la circulación, se realizan drenajes linfáticos por presoterapia, masaje subacuático y drenaje manual.

Es fundamental abordar el problema con un tratamiento integral. Protocolos semanales (2-3 sesiones) en los que se combinen drenajes linfáticos con presoterapia y un asesoramiento nutricional, ya que sin duda la correcta alimentación es primordial para lograr potenciar los resultados del tratamiento, así como llevar un estilo de vida saludable, en el que se camine regularmente. El drenaje linfático manual o mediante aparatología especializada facilita la eliminación de los líquidos retenidos y aumenta la circulación sanguínea”

Radiofrecuencia y Ondas electromagnéticas

Esta tegnología aplica energía homogénea y calor volumétrico a distintas profundidades de tejido, permitiendo una acumulación rápida y segura de calor y un mantenimiento de la temperatura terapéutica durante todo el tratamiento.

La radiofrecuencia calienta y estimula directamente los fibroblastos. La energía RF  puede tratar zonas específicas desde múltiples direcciones y posiciones para estimular eficazmente la lipólisis. Consigue una gran penetración para actuar mejor sobre las capas profundas y mejora el efecto lipolítico de la energía de radiofrecuencia reduciendo y redefiniendo el contorno del cuerpo. Reduce los bultos y hoyuelos en nalgas y muslos, consiguiendo una silueta más delgada y definida después de ocho tratamientos.

Teniendo en cuenta que es un problema de salud y que puede haber una patología asociada, en algunos casos pueden estar desaconsejados unos u otros tratamientos estéticos. Es importante asegurarnos de que la clienta haya consultado primero con su médico y le confirme la no contraindicación de la intervención de la esteticista

  •  Tratamiento quirúrgico. Se lleva a cabo la denominada liposucción de descomprensión asistida por agua pulverizada o técnica WAL (Water-Jet Assisted Liposuction), donde se elimina grasa patológica para aliviar la presión. Con esta operación se consigue, por una parte, devolver la forma anatómica original de la zona afectada y, por otra, se mejora la calidad de vida del paciente al desaparecer síntomas como el dolor y la pesadez. 

¿Tras la operación, ¿la zona afectada puede volver al mismo estado que antes de ella?

Generalmente, en la zona operada, rara vez se volverá al mismo estado, pues la liposucción implica eliminar tanto las células de grasa, como las células madre. No obstante, el factor inflamatorio que provoca el aumento (en tamaño y volumen) de las células de grasa, puede inflamar células de otras zonas del cuerpo. Así, el lipedema puede desarrollarse en brazos o, incluso, en el tronco. 

Desde el Centro Médico Estético Mediklar siempre recomendamos acudir a profesionales para que puedan realizarnos un exhaustivo reconocimiento y un certero diagnóstico.

 

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